4 de mayo de 2007

The Football Factory

Basada en la novela del mismo nombre de John King, The Football Factory ofrece una mirada al interior de la mente de un hooligan en los '80. Genera controversia sobre temas sociales, de clase, raza, lealtad y la capacidad humana (especificamente masculina) para la violencia.
La historia es narrada por Tommy Johnson (Danny Dyer) quien hace parte del "firm" del Chelsea, Headhunters (caza-cabezas). Rodeado de su mejor amigo Bob y demas personajes pertenecientes al grupo (con aparentes tendencias derechistas aunque el mentor de Tom negociara con un turco lider del "firm" rival), Tom vive por los viajes a enfrentar otros grupos como like Liverpool, West Ham y Millwall. Especialmente Millwall. En medio de todas las drogas, sexo y el casual enfrentamiento, hay a duras penas algo futbolistico envuelto, solo la esperanza de enfrentar al rival londinense Millwall, en la copa, y solo por enfrentar a su grupo de aficionados (en su mayoria inmigrantes y negros). En medio de la trama Tom tiene premoniciones de que recibira una paliza el dia de dicho enfrentamiento y surge en su cabeza una pregunta: valio la pena?

Despues de que se viera cumplida si premonicion y haber pasado dias en un hospital la respuesta a su pregunta es si. Si valio la pena, porque como se expresa en las etapas iniciales del filme, que mas hacer en una tarde de sabado?, sentarte en tu sofa a ver la absurda programacion televisiva?...mas vale tener algo de accion en tu vida.



Otros filmes del tema: The firm (1988), Green Street Hooligans (2005)

2 de mayo de 2007

Ultras verdiblancos?

Si bien es cierto que seguimos la mas importante idea barrista de alentar y apoyar al equipo incondicionalmente, tenemos que analizar las consecuencias de hacernos llamar "ultras", un movimiento nace (en las gradas) a raiz de las tendencias politicas de los grupos de aficionados de los clubes europeos. Ya sean de derecha (Ultras Sur R.M.C.F, Irreducibili Lazio...) o izquierda (Biris Norte Sevilla, Green Angels St. Etienne..) y mas alla de lo admirable o abominable de sus actos, hay que resaltar la firmeza con la que defienden su inclinacion y el ser consecuentes con sus proclamas. Las diferencias entre los grupos europeos van mas alla de las simples rivalidades de su equipo, tambien entran en la ecuacion las afiliaciones de las demas hinchadas. De igual forma ocurre con las amistades que puedan exisitir entre dichos grupos. Por otra parte, en suramerica, los llamados grupos ultras son conocidos como barras bravas a las cuales se les atribuye mas que nada operaciones ilicitas y actos de vandalismo sin razon.
Habiendo definido estos puntos surgen una pregunta: somos de verdad un grupo "ultra"? Si la respuesta es negativa, entonces no hay motivos para hacernos llamar de esta forma. Si la respuesta es afirmativa, entonces, que nos ha convertido en ello? Ciertamente nuestras ideologias o afiliaciones politicas no son la respuesta ya que en este ambito mas bien nos hemos decidido por el centro. Entonces seria mas bien por aquellos actos de vandalismo y violencia sin sentido ni razon de ser que solo nos hace ver como una gran agrupacion de ignorantes insensatos. No quiero creer que esa sea la respuesta, por lo tanto debemos definir nuestras afiliaciones y ser fieles a ellas. Es dificil sembrar una ideologia en las mentes de miles de personas, pero no imposible, otros lideres lo han hecho, y esa seria la labor de nuestros lideres, porque peor aun seria pasar de hipocritas proclamando ideales que solo tienen unos pocos. O llevamos a cabo este proceso o dejamos de autodenominarnos "ultras". No hacer ni lo uno ni lo otro seria convertir la ideologia en moda.